martes, 22 de junio de 2010

Avances Tecnologicos en el Sector Agricola en Venezuela


Plan Nacional de Semilla en marcha.

70 mil millones de bolívares invertirá el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, en la segunda fase del Plan Nacional de Semilla que desarrolla el INIA y que permitirá generar más de un millón de empleos directos y cerca de tres millones de forma indirecta

En Venezuela más del 70% de los alimentos que se consumen son importados, además se importa el 100% de semillas de hortalizas, entre un 60 y 70 % de maíz, el 50% las de papa, entre otras. El Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA) apoya técnicamente a los agricultores dedicados a la producción de semilla certificada, fiscalizada y artesanal a llevar el control de la calidad de estas producciones.

La tecnología de semilla se define como el conjunto de métodos mediante los cuales pueden ser mejoradas, tanto las características genéticas, como las fincas donde éstas se producen, incluyendo, entre otras actividades, el desarrollo de variedades e híbrido (animal o vegetal procreado por dos individuos de distinta especie), evaluación y liberación de variedades e híbridos, producción de semilla, acondicionamiento y almacenamiento y análisis y certificación. La tecnología de semilla influirá en el avance de la agricultura, dependiendo del grado de desarrollo de cada país.

El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela ha venido trabajando de forma estratégica para promover la agricultura sustentable, alcanzar un desarrollo rural integral, y garantizar la seguridad alimentaria de la población.

En tal sentido y con el objetivo de superar la vulnerabilidad de la agricultura nacional, determinada por la alta dependencia de insumos, especialmente semillas, el Estado ha implementado la segunda fase del Plan Nacional de Semillas, con una inversión de 70 mil millones de bolívares, el cual contempla siete rubros agrícolas que forman parte de la dieta del venezolano, como son: el arroz, el fríjol, la caraota negra, la caña de azúcar, la papa, la yuca y el maíz amarillo.

El Primer Mandatario Nacional, Hugo Chávez Frías, hizo el anuncio durante el desarrollo del programa Aló Presidente del domingo 20 de marzo, que tuvo como sede el Campo Experimental Sabaneta del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas en el estado Barinas, organismo adscrito al MCT.

El Jefe de Estado se sintió complacido por el trabajo que se está desarrollando en el INIA a través de la ciencia y la tecnología.

Criticó la importación de caraotas que actualmente se utiliza en la alimentación criolla, e hizo un llamado a las cooperativas y productores venezolanos para que trabajen en este plan nacional. Como parte de los proyectos de crecimiento endógeno de la nación, el líder de la Revolución Bolivariana llamó al trabajo en conjunto a los ministerios de Ciencia y Tecnología y de Agricultura y Tierras, así como al Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, para el mejoramiento de la semilla y la instalación de campos experimentales. De igual forma, el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (BANDES) fue convocado a trabajar en esta misma área.

«Estos avances de la revolución forman parte del trabajo para alcanzar la independencia científico-tecnológica, la seguridad y soberanía alimentaria, estos últimos, dos grandes objetivos para el desarrollo de la nación», así lo manifestó el Primer Mandatario Nacional.

El Presidente acotó, que el proyecto obedece al cumplimiento del artículo 305 de la Constitución Bolivariana de Venezuela, capitulo I, Del Régimen Socio Económico y de la Función del Estado en la Economía, incluido en el título VI relativo al sistema socio económico.

Este artículo dispone: «El Estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral, a fin de garantizar la seguridad alimentaria de la población; entendida como la disponibilidad suficiente y estable de alimentos en el ámbito nacional y el acceso oportuno y permanente a éstos por parte del público consumidor. La seguridad alimentaria se alcanzará desarrollando y privilegiando la producción agropecuaria interna, entendiéndose como tal la proveniente de las actividades agrícola, pecuaria, pesquera y acuícola. La producción de alimentos es de interés nacional y fundamental para el desarrollo económico y social de la Nación. A tales fines, el Estado dictará las medidas de orden financiero, comercial, transferencia tecnológica, tenencia de la tierra, infraestructura, capacitación de mano de obra y otras que fueran necesarias para alcanzar niveles estratégicos de autoabastecimiento. Además, promoverá las acciones en el marco de la economía nacional e internacional para compensar las desventajas propias de la actividad agrícola. El Estado protegerá los asentamientos y comunidades de pescadores o pescadoras artesanales, así como sus caladeros de pesca en aguas continentales y los próximos a la línea de costa definidos en la ley».
Ciencia y Tecnología presente en Plan Nacional de Semilla La Ministra de Ciencia y Tecnología, Marlene Yadira Córdova, indicó que existen diversos aspectos relacionados con el Plan Nacional de Semilla, donde están incluidos cinco componentes como: el mejoramiento genético del rubro por parte de los investigadores, la producción de semilla básica, la capacitación, créditos para la producción de semilla certificada, el incremento de las capacidades de procesamiento y almacenamiento de semilla.

Señaló que esta acción evitará que el campesino sea sometido a la dependencia, a las importadoras de semillas y a los costos colocados al producto internacionalmente. Para el 2009, se aspira a la sustitución sustancial de las importaciones de semillas, en virtud de que en Venezuela, actualmente se importa el 70% del germen utilizado en el campo venezolano, además de maquinarias, implementos agrícolas, fertilizantes y abonos.

Es tan importante el abastecimiento de semillas y lo que significa este elemento en la cadena de producción agraria, resaltó la titular del MCT, quien indicó que 38 cooperativas reciben entrenamiento para ser incluidas en el programa, y en ese sentido se espera que a fines de año participen 90 agrupaciones de este tipo.

FONACIT con apoyo del BID también participa en planes estratégicos del Estado
El Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (FONACIT) con el apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) también participa en los planes estratégicos del sector agroalimentario implementados por el Estado.

A través de la Gerencia de Proyectos de Investigación y Desarrollo, Coordinación Ciencias del Agro del FONACIT, se financian 21 proyectos de apoyo a la investigación científica S1 del INIA, enmarcados en algunos rubros agroalimentarios contemplados en el Plan Nacional de Semilla, cuyo monto asciende a Bs. 1.205.811.153,15.

En proyectos de apoyo a grupos, el FONACIT financia 6 por un monto de Bs. 928.294.166,59, en laboratorios 3 por la cantidad de Bs. 493.920.193,16 y en fortalecimiento a centros 4 que ascienden a Bs. 85.049.913,03.

Entre los proyectos financiados por el BID-FONACIT destaca el titulado: «Alternativas de manejo sostenible en los sistemas de producción de frijol y caraota en las vegas del río Orinoco, estado Guárico», desarrollado por investigadores del INIA-CIAEG, al cual se le ha otorgado hasta la fecha Bs. 53.581.718,50.

Igualmente, el proyecto de agroalimentación denominado: «Formación de una población básica de selección recurrente para resistencia al añublo de la vaina del arroz, causado por Rhizoctonia Solani (hongo del suelo)», bajo la responsabilidad del INIA-FONAIAP, estado Portuguesa, por un monto de Bs. 13.020.749,49.
Asimismo, en el INIA-Maracay, estado Aragua, se ejecuta el proyecto «Manejo forzado de la producción del mango», por un monto de Bs. 90.143.935,81; aunque este rubro no está contemplado en esta segunda fase del Plan Semilla, más adelante se irán abriendo espacios para incluir otros rubros estratégicos para el país y en el mediano plazo se incorporará un componente de certificación de plantas frutícolas.

El BID-FONACIT también otorga financiamientos a otras instituciones para desarrollar proyectos de Ciencias del Agro, entre ellos, uno de la Universidad Central de Venezuela denominado «Conocimiento de las bacterias fitopatógenas que afectan la semilla de rubros de importancia agrícola (cucurbitáceas, cereales y leguminosas) metodologías de detección rápida y control de las mismas», por un monto de Bs. 73.139.246,04.

INIA como ejecutor del Plan Nacional Semilla buscará incrementar cultivos ecológicos. El Presidente del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Dr. Prudencio Chacón manifestó que con el Plan Nacional de Semilla, se pretende ir hacia una agricultura orgánica y ecológica donde prevalezca el uso de fertilizantes orgánicos como el compos humus (capa superficial del suelo, constituida por la descomposición de materiales animales y vegetales), cuyos componentes no tienen aditivos químicos y no causan daño al organismo.
Chacón informó que durante una visita realizada al estado Yaracuy, se hizo una evaluación de agroinsumos biológicos que existen en el país y se comprobó la cantidad de fortalezas y potencialidades que tiene Venezuela para la producción de abonos orgánicos, de preparados biológicos para el control de plagas o enfermedades, la producción de controles biológicos, entre éstos, los parasitoides (animales que parasitan a otros y generan plagas).
Explicó que en otros tiempos, sólo se impulsaba el financiam
iento para la agricultura convencional y no a la orgánica, que tanta importancia tiene en el desarrollo de las nuevas políticas agrarias implementadas por el Gobierno Bolivariano.

El INIA con el apoyo de los Ministerios de Ciencia y Tecnología y de Agricultura y Tierras, tiene una gran responsabilidad en el país en virtud que buscará reducir la importación de semilla y de esta manera, a través de la producción nacional de los 7 rubros agrícolas, asegurar el incremento de estos alimentos incluidos en la dieta diaria del venezolano.
En los 18 Centros de Investigación del INIA se está trabajando en el Plan Nacional de Semillas, según explicó el Presidente de esta Institución, Prudencio Chacón. Quien también dijo que el programa se inició a finales de 2004, y que será en el 2006 cuando se verán los primeros resultados del trabajo. Afirmó que posteriormente continuarán con el mismo a fin de abastecer el mercado de semilla nacional y aminorar la entrada del grano importado.

Chacón manifestó que está previsto el rescate del germen artesanal destacando: «Queremos incorporarnos con los productores artesanales, para ayudarlos a sistematizar la producción de una semilla de excelente calidad y vamos a garantizar su calidad».
Prudencio Chacón recalcó que la estrategia del INIA se fundamenta en 7 rubros importantes para la dieta del venezolano incluyendo como principales componentes la investigación, con énfasis en la producción de variedades que los productores podrán almacenar y conformar bancos locales de semillas. Se incentivará la producción de semilla básica, pero todo tomado con una visión integrada de transferencia de tecnología, fortalecimiento de infraestructuras, capacitación y financiamiento para la producción de semilla certificada a los nuevos actores de la realidad agrícola nacional.

Al programa se incorporarán productores cooperativistas y núcleos de desarrollo endógeno de los estados Anzoátegui, Barinas, Guárico, Lara, Mérida, Táchira, Trujillo, Monagas, Portuguesa y Bolívar.

Reconoció Chacón el potencial del estado Portuguesa en la producción de semillas de arroz, y expresó que se busca una mayor participación en las épocas de siembra con productos tecnológicos generados por el Instituto. Además agregó que el estado, es altamente productor de semillas de maíz y sorgo, lo cual es una garantía al evaluar la calidad del material que exprese toda su capacidad genética.

El INIA apoya técnicamente a los agricultores dedicados a la producción de semilla certificada, fiscalizada y artesanal a llevar el control de la calidad de estas producciones. Además, articula junto con los Ministerios de Agricultura y Tierras, Alimentación, Economía Social, Economía Popular, y Zonas de Desarrollo Sustentable, todos los procesos necesarios para impulsar, a nivel nacional, el Plan Nacional de Semillas 2005-2009.
Aunque la sede principal del Plan Nacional de Semillas se encuentra en el estado Barinas, cada una de las 53 sedes del INIA a nivel nacional estará avocada a proveer a los productores de los recursos tecnológicos, el asesoramiento agrotécnico, así como de los servicios de los laboratorios especializados necesarios para incentivar la producción de semilla artesanal en todo el territorio.
La ejecución total del Plan Semilla alcanza los 92.9 millardos . La primera etapa del Plan Nacional de Semilla arrancó en noviembre de 2004 y tiene su centro de impulso principal en el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), organismo que está a cargo del trabajo de investigación y cultivo. Inicialmente, se trabaja con granos de caraotas, frijol, maíz, yuca, papa y caña de azúcar.

El plan cuenta con dos vertientes, la primera es la científico-tecnológica soportada en el INIA, que debe generar a nivel de laboratorio, la semilla certificada y la segunda es la artesanal, en la que se cuenta el incentivo, educación y asistencia técnica a los campesinos. El organismo certificará la producción campesina para que sea aceptada y se estima la consolidación del plan para el 2006. El Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA) desarrolla un intensivo programa para difundir los avances tecnológicos en la producción de caña y panela, que preste beneficio a los agricultores involucrados en el negocio panelero, el cual debe ser asumido como parte relevante de la cadena agroalimentaria en Venezuela.

Con este propósito y con el apoyo técnico de los centros de investigación del INIA en los estados Portuguesa y Táchira, se dictó en Guanare, estado Portuguesa, un curso sobre «Avances tecnológicos en la producción de caña y panela», promovido conjuntamente con la Gobernación de ese estado, a través de la Oficina de Fomento y Desarrollo Rural.

Durante el curso teórico-práctico fueron expuestos los resultados obtenidos en la investigación y validación adelantada por el INIA en el estado Táchira y en otros estados del país, lo que ha permitido generar una tecnología que abarca desde la producción, mediante el uso de variedades eficientes y con buen desarrollo, altos rendimientos y fácil manejo, pero siempre armonizado con la conservación del medio ambiente.

Es una experiencia que arrojó resultados satisfactorios, en donde fue utilizado el Central Panelero de Gato Negro, en Guanare, como sede de las prácticas para la transformación del producto. El mismo está diseñado para manejar cinco operaciones simultáneas, con una capacidad de 100 kilos/hora.

La demostración de métodos comprendió aspectos como la evaluación de componentes estructurales del central panelero, determinación del porcentaje de extracción del molino, capacidad, evaluación de residuos o subproductos de la fase de extracción y prelimpieza de los jugos, elaboración de curva de calentamiento, determinación de porcentaje de cachaza, evaluación de PH de jugo, corrección de acidez, preparación de panela, técnicas de empaque y embalaje, así como la degustación de las panelas obtenidas.

El desarrollo de este tipo de jornada reporta grandes beneficios a los cañicultores dedicados al procesamiento de panelas, que tienen un alto consumo en la población venezolana.

Ciudad jardín contribuye recuperando campos agrícolas con el propósito de apoyar el Plan Nacional de Semilla y el programa agroalimentario del Ejecutivo Nacional, en el Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias del INIA, en Maracay, estado Aragua, se inició un programa de recuperación de lotes de tierras para la siembra, de maquinarias, potreros y de otras herramientas.

Existen 5 lotes de terrenos del Campo Experimental, cada uno de 10 hectáreas, que anteriormente estaban sembrados de caña de azúcar, según convenio con la Central El Palmar, se recuperaron para la producción de semilla y apoyar al Plan Nacional de Semilla que lideriza el INIA.
Según explicó el Presidente del INIA, Prudencio Chacón, allí se sembrará frijol de la variedad «Tuy-CENIAP» para obtener como mínimo 8 mil kilogramos de semillas registrada, caraota de la variedad «Tacarigua» para producir 10 mil kilos de semilla. Otros lotes han sido utilizados para los programas de mejoramiento genético en los rubros maíz, leguminosas y sorgo.
Indicó que actualmente hay 5 hectáreas de yuca sembradas, a través de un contrato con el INIA-CENIAP que fue canalizado a través de una normativa de la Gerencia General del INIA, que permite darle utilidad a los terrenos en los campos experimentales, donde la institución pone la maquinaria y el terreno. Se aspira llegar a 15 hectáreas del cultivo y se realizará la comercialización de la yuca para consumo. La mitad de los ingresos serán utilizados en el centro para el autofinanciamiento. También se sembraron 5 hectáreas de sorgo forrajero de la variedad «Maracay» obtenida por los mejoradores de la institución y se pretende alcanzar 5 mil kilogramos de semillas para este año.
Actualmente el Campo Experimental del INIA-CENIAP, cuenta con un buen sistema de riego por aspersión para un área de 10 hectáreas, que puede ser trasladado a cualquier lote y fueron recuperados los huertos sembrados de cultivos perennes como mango, aguacate, níspero, musáceas, entre otros.
Se logró realizar un convenio con la gobernación del estado Aragua, para el mantenimiento del corta fuego, ya que el Campo Experimental limita con el Parque Nacional Henry Pittier, y se han podido controlar los incendios que se producen en época de sequía.
Base aérea El Libertador desarrollará programa de siembra
El Ministerio de Ciencia y Tecnología a través del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA) junto a los movimientos cooperativistas del estado Aragua, el INCE, el Ministerio de Economía Popular, Foncrea, Fondafa, INTI, PDVSA y otros organismos del Estado participará en un programa de siembra que se iniciará en la Base Aérea El Libertador de Palo Negro, ubicada en Maracay, estado Aragua.
Es importante el apoyo del INIA, el cual ofrecerá conocimientos en la parte de investigación y el asesoramiento para la siembra de todos los rubros agrícolas, se va a constituir la primera fuente de semilleristas. Se recibirá asistencia técnica y de semillas, y financiamiento a través de Foncrea. Se producirá tomate, cebolla, pimentón, yuca, sorgo, maíz, semillas de caraota y fríjol. El producto final que se obtenga al cristalizarse el proyecto será para abastecer los Mercal y las unidades militares de la Cuarta División con una producción de 4 mil toneladas por ciclo, cuya duración será estimada en cuatro meses. El objetivo es seguir con el plan de abastecimiento total a los pequeños y medianos productores de Aragua con la labor desarrollada por 33 cooperativas.
Durante una reunión sostenida con productores cooperativistas y aerotécnicos, Prudencio Chacón, manifestó que este núcleo endógeno estará insertado en el Plan Nacional de Semilla, que lidera la institución, que ya cuenta con un presupuesto. «Estamos apoyando este trabajo de la Aviación porque es algo muy importante como es la seguridad alimentaria», expresó el Presidente del INIA. Los cooperativistas recibirán la capacitación técnica necesaria para comenzar a trabajar la tierra, mientras tanto se afinan los mecanismos de financiamiento a través del Crédito Agrícola, puntualizó Chacón.

Avances Tecnologicos en el Sector Agricola en Venezuela

Venezuela, por una agricultura sustentable y libre de transgénicos.

Prestigiosos agroecólogos visitan Venezuela, mientras Chávez se suma a un tratado contra los transgénicos. Se reivindica lo establecido en varios articulados de la Constitución Bolivariana, como lo es la consolidación de una agricultura sustentable, soberana y una alimentación sana.
El día 20 de Abril de 2006, en la ciudad de Curitiba del Estado de Paraná, Brasil, reunidos con los movimientos sociales, el Presidente Chávez liderizó la firma del Manifiesto de Las Américas. Otro tratado que exige la construcción de una América libre de transgénicos y de no más agresiones al ambiente. El Manifiesto, reivindica lo establecido en varios articulados de la Constitución Bolivariana, como lo es la consolidación de una agricultura sustentable, soberana y una alimentación sana. Acciones políticas y ecológicas que reivindican y se cumpla el derecho que todos y cada pueblo tiene en producir su propio alimento, en condiciones saludables y socialmente justas, superado la pobreza y en equilibrio con la naturaleza.
Una semana más tarde visitaban a Venezuela dos prominentes agroecólogos mundiales, quienes también liderizan e invitan a firmar el Manifiesto de la Américas como los son el Dr. Miguel Altieri y su Sra. Esposa Dra. Clara Nichols profesores e investigadores de la Universidad de California Berkely. La agenda de estos investigadores se llevó a cabo desde la participación en la discusión sobre la Escuela Agroecológica Campesina que ofrece el Movimiento Sin Tierra a la revolución, hasta contactos directos, con investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, de diferentes regiones reunidos en Barquisimeto; igual en Mérida con productores estudiantes, profesores e investigadores del Instituto de Ciencias Ambientales y Ecológicas de la Universidad de Los Andes, Fundacite Mérida; hasta la visita en Barinas de algunos espacios agroecológicos apoyados por el IPIAT.
Hacia la soberanía alimentaria sustentable
Unas 424 personas valoraron los motivantes e intensos debates en los espacios visitados. Desde diferentes perspectivas, contingencias y contradicciones se demostró que la agroecología es el modelo ideal para lograr la soberanía alimentaria sustentable. Por qué enérgicamente afirmamos tal aseveración:
1) La agroecología nace de la agricultura industrial, la de los planes agrícolas nacionales integrales o no, que nos han proporcionado una serie de problemas ecológicos, sociales, culturales y económicos en el mundo, pues a pesar de los relativos avances científicos y tecnológicos no han podido solucionar los problemas del hambre.
Altieri-Nichols señalaban que existe más de un millardo de personas con hambre en el mundo. La agricultura corporativa ha generado problemas de inequidad social. La agricultura de los planes está asociada a un paquete tecnológico impuesto históricamente desde el norte, que afecta severamente el funcionamiento de los ecosistemas y la salud humana.
El nuevo avance o la BIO-OLA de la agricultura industrial son los cultivos transgénicos, que también está elevando una serie de desafíos, porque no sabemos ¿cuáles son y serán los impactos de esta tecnología en el campo ambiental y en la salud humana?
Altieri-Nichols nos demostraron que la agricultura industrial es vulnerable, precaria, costosa y riesgosa.
Argumentan que en el mundo existen cinco millardos de hectáreas de agricultura corporativa industrial, de los cuales el 91% son monocultivos de gran escala, excesivamente susceptibles a plagas y enfermedades, siendo vulnerables a los cambios climáticos. Reiteramos, la humanidad está dependiendo de una agricultura ecológicamente frágil.
2) Los Altierí-Nichols evidenciaron que la agroecología se nutre de la ciencia básica agronómica y de manera integral y holística recoge el conocimiento tradicional milenario de los indígenas y campesinos latinoamericanos.
Por ello la agroecología no trabaja con los recetarios de los paquetes tecnológicos. La agroecología funciona en cualquier escala productiva. No que funciona para unos procesos productivos y otros no. Se desempeña sobre sus principios científicos en estrecha relación con la participación activa de los productores e investigadores.
3) Los distintos retos de la agroecología se orientan en la búsqueda de solucionar los problemas técnicos agrícolas evolucionando hacia la relación e integración de nuevos conocimientos que han de sistematizarse para valorar su aplicación o no en cierto ecosistema específico. El revalorar los saberes campesinos conlleva a la valoración y recuperación del material genético, a la creación de bancos de semillas comunitarios, entendiendo el importante papel de la agrobiodiversidad en los sistemas productivos y de las bases culturales existentes.
4) La productividad agroecológica busca optimizar la productividad total del sistema agrícola. No se restringe a un solo rubro, porque la agroecología trabaja con sistemas diversos de producción. Debemos entender esa productividad como rendimientos por hectáreas, por eficiencia ecológica y unidades de energía. Altierí- Nicohls;con cifras, certificaron que los sistemas agroecológicos son igualmente productivos por hectáreas que los sistemas agrícolas convencionales-industriales a largo plazo.
5) La agroecología es económicamente practicable y factible porque no depende de recursos externos, sino que usa y potencia los recursos locales. No modifica los ecosistemas, les saca provecho a todos sus componentes sobre la aplicación de sus principios. El manejo ecológico y la diversificación de los cultivos en los sistemas productivos que promueve la agroecología son las bases de la endogeneidad que debemos impulsar en nuestro proceso revolucionario agrícola. Estas importantes connotaciones tecnológicas han de ser una de las bases de nuestra economía social y solidaria que los consejos comunales rurales han de apropiarse e impulsar.
¿Que hacer en Venezuela?
Del balance elaborado en la visita de los Altieri-Nichols resumimos que en Venezuela debemos avanzar en las siguientes acciones:
1) Debatir las veces que sea necesario y en todos lo niveles sociales y del conocimiento ¿cuál debe ser la visión de nuestra agricultura nacional?; ¿cuál es el modelo apropiado agroalimentario para nuestra realidad tropical? ¿seguimos con los ineficientes planes agrícolas corporativos que lo que producen son pérdidas y más pérdidas, como el año 2005 cuando los créditos aumentaron más del 50% y la producción apenas creció en 2,6%, o si avanzamos a una agricultura local, de pequeña escala bajo los preceptos agroecológicos anteriores?
2) Se insiste en que un número de productores a nivel nacional no quieren seguir permitiendo que se les imponga la utilización de agroquímicos y aunados a las prácticas agroecológicas exitosas en algunos espacios del país, se exige escalonar la producción agroecológica. Por ello debemos hacer presión social institucional para que se generen políticas crediticias con énfasis en agroecología.
3) De manera simultánea con las acciones anteriores los procesos formativos básicos en las técnicas agroecológicas deben aceleradamente adelantarse. Para ello IPIAT-FUNDACITE-Mérida están ensamblando la plataforma tecnológica para disponer cursos en internet.
4) Las instituciones del estado dedicadas a actividades agrícolas deben redimensionar sus líneas de investigación y extensión, apuntando a escalonar también las prácticas agroecológicas, protegiendo la consolidación de los procesos participativos productivos.
5) Para no desvirtuarse e hipotecar el genuino desarrollo de la agroecología en Venezuela es indispensable conocer, evaluar y encontrar ¿cuáles son los avances en esta nueva ciencia, si se están o no asumiendo en las siguientes propuestas?
Por ejemplo: El Convenio Cuba-Venezuela y la propuesta de las Escuelas Agroecológicas Campesinas; el Programa Especial de Seguridad Alimentaria(PESA) que apoya la FAO; las propuestas de construcción curricular para el desarrollo endógeno; los distintos procesos productivos e investigaciones en el área de la agroecología y algo muy particular, resaltar el papel de la misión ciencia en esta novedosa propuesta social y productiva.
6) El acompañamiento de las acciones precedidas han de conllevar a la creación de un Programa Nacional de Agroecología de formación, investigación, seguimiento y evaluación de la gestión y práctica de la agroecología como la esencia de las nuevas políticas públicas, que en nuestra agricultura nacional debemos afianzar.
Dado que Venezuela tiene condiciones ambientales excepcionales; sólidos recursos financieros y un pueblo avanzando en su proceso de formación ideológico y político, se presagia que Venezuela desde la perspectiva agroecológica puede convertirse en una gran potencia agrícola, que asegure la soberanía alimentaria y se transforme en país exportador de ciertos cultivos. Así comprometidamente opinan los Altierí-Nichols.
Nosotros reafirmamos: Allí está la base, de una revolución exitosa, la que se puede dar en el contexto y consolidación de la soberanía alimentaria y su base agroecológica. Nos ha quedado claro que no puede existir, ni existirá una lucha estructural contra el hambre si esta no incorpora en la lucha por la tierra, nuevos medios y modos de producción en la consolidación de una agricultura sustentable soberana y de nuevas organizaciones sociales de producción

Avances Tecnologicos en el Sector Agricola en Venezuela


Desarrollo Agrícola y Financiamiento.

Al crédito agrícola se le puede considerar como una de las herramientas del desarrollo en el sector agropecuario, entendido éste como un catalizador del crecimiento con justicia social, Urdaneta (21). En Venezuela, la estructura financiera se ha caracterizado por un predominio de instituciones financieras de depósitos, cuya característica esencial era efectuar operaciones activas de corta duración; mientras que los requerimientos de capital para las empresas privadas no financieras optó por dos vías alternas: Mediante recursos que el Estado ha canalizado con el propósito de crear o capitalizar empresas (a través de entes como la Corporación Venezolana de Fomento, Corpoindustria, Bandagro, etc.) o por medio del financiamiento externo. Bello (6). El sector agrícola venezolano no fue una excepción. De hecho, la acción institucional en materia de financiamiento a largo plazo para éste sector tiene antecedentes como: Fondo Nacional del Café (fundado en 1959); Almacenes Agropecuarios (fundado en 1962); Fondo de Desarrollo Algodonero (fundado en 1962); Fondo de Desarrollo Frutícola (fundado en 1966); Banco de Desarrollo Agropecuario (fundado en 1967); Fondo de Crédito Agropecuario (fundado en 1974); FRONCREI (fundado en 1974), entre otros. También se adoptaron medidas de política monetaria para fomentar el financiamiento, como fue por ejemplo, el Decreto No. 1249, de octubre de 1975, que obligaba a la Banca Comercial, BANDAGRO y el ICAP a destinar una parte de sus recursos al financiamiento del sector y el establecimiento de tasas de interés preferenciales.
Lo cierto es, que tanto el sistema de banca de segundo piso (Fondos del Estado) como de los bancos de primer piso, especialmente los bancos comerciales en su conjunto hacen que el desarrollo agrícola carezca de una base institucional e instrumental suficiente y después de la crisis financiera de 1994, precaria. Además, el proyecto de ley de Desarrollo Agrícola y Seguridad Alimentaria (16), enfatiza la utilización de organismos como el FCA o FONCREI para el financiamiento a largo plazo de éste sector y de la Banca Comercial para el financiamiento del Capital de Trabajo y Créditos para producción de Leche o Carne entre otros productos. Es decir, el proyecto no explora nuevas formas de financiamiento, ratificándose la persistencia de una insuficiente estructura institucional para el financiamiento del pequeño y mediano productor en un ambiente de inestabilidad en el mercado de dinero.
Ahora bien, ¿cuáles fueron las razones para que el sistema financiero tanto público como privado, de primer piso y de segundo piso se vean imposibilitados de financiar el desarrollo agropecuario venezolano actual? Desde el punto de vista de los organismos de financiamiento del sector público como BANDAGRO, fue intervenido un 12 de enero de 1981 como consecuencia de sus reiteradas infracciones a la Ley de Bancos y otras Instituciones de Crédito y por haber incurrido en situaciones agudas de iliquidez (debido principalmente a que un porcentaje elevado de su cartera estaba inmovilizada), que podrían ocasionar perjuicios para sus depositantes y acreedores. Posteriormente, el 22 de enero de 1991, el Ejecutivo Nacional le revocó la autorización de funcionamiento. Urdaneta (20).
Por otra parte, organismos como el FCA o el FONCREI presentan las siguientes limitaciones:
1. Dependen, en un porcentaje importante, de las asignaciones presupuestarias.
2. Por ser bancos de segundo piso, delegan la responsabilidad del otorgamiento del crédito al banco de primer piso.
3. El tiempo necesario para procesar los trámites es largo, debido a que este tipo de organismos no cuenta con sucursales al menos en las principales capitales del país.
4. Los productores consideran que las tasas de interés, la cual es un promedio de las tasas activas de los bancos comerciales privados más importantes del país, son elevadas.
5. En el caso del FCA, el diferencial de intereses entre lo que el intermediario financiero (banco de primer piso) cobraría (a una tasa de interés de referencia de los 6 primeros bancos comerciales) y lo que el fondo recibe (por los fondos suministrados a una tasa de interés que sería igual a la tasa promedio de los depósitos de ahorro y a plazo fijo a 90 días de los seis primeros bancos), es insuficiente para cubrir sus costos financieros y operativos. Por esta razón la banca comercial no se encuentra estimulada a otorgar créditos por esta vía, aun cuando si el diferencial promedio anual fuese inferior al 5%; el F.C.A. procedería a compensar en estos casos la diferencia a favor de los intermediarios.
No obstante, se deben mencionar una serie de razones, que desde el punto de vista de los beneficiarios de los créditos agrícolas y de los ejecutivos bancarios, han incidido negativamente en la recuperación del crédito agrícola:
1. Falta de coordinación de los programas crediticios agropecuarios con los de desarrollo.
2. Inspección y supervisión ineficaz de las garantías dadas al instituto crediticio.
3. Destino del crédito hacia otros fines.
4. Apatía de los ejecutivos bancarios de adoptar medidas drásticas para la recuperación de créditos.
5. Falta de disciplina en la responsabilidad contraída a la hora de cancelar las deudas.
6. Carencia de normas severas en el análisis de los créditos y proyectos.
7. Comités de bancos comerciales, que en gran medida, aprobaban solicitudes de créditos a los productores alejados de las normas y principios fundamentales de análisis económico-financiero.
En el caso de los Bancos Comerciales, su situación los coloca como un mal necesario. Esta situación se patentizó después de la crisis financiera y de la eliminación de la tasa agrícola y otras preferencias para el sector agrícola. En este sentido, la dificultad de financiarse vía banca comercial se encuentra en:
1. Tasas de interés elevadas, pero sobre todo, inestables, debido a factores de orden macroeconómico.
2. Endurecimiento de las exigencias a la hora de solicitar financiamiento, gracias a la nueva normativa de la Superintendencia de Bancos en esta materia.
3. Las condiciones de negociación, tanto en plazos como en garantías, son más exigentes tomando en cuenta que los contratos bancarios en esta materia son unilaterales, de adhesión y reales entre otros caracteres jurídicos Azuero (3), dado que a partir de que el banco hace entrega del dinero, el cliente productor corre con todas las obligaciones emanadas de ese contrato.
En consecuencia, el proyecto de ley de Desarrollo Agrícola y Seguridad Alimentaria no hace planteamientos novedosos en materia de financia-miento agrícola y lo deja casi todo en manos de la banca privada comercial o universal, cuyos intereses, por la naturaleza del negocio agrícola y de la banca no coinciden sino para cierto tipo de financiamiento a corto plazo y no para el pretendido desarrollo que trata de impulsar el proyecto. Ahora bien, se debe hacer esfuerzos para que el financiamiento agrícola se fundamente sobre bases más diversificadas, donde puedan entrar otro tipo de instituciones de carácter financiero como son, por ejemplo, las Cooperativas de Crédito Agrícola y los Fondos Regionales de Financiamiento Agrícola.
Nuevas Alternativas de financiamiento Agrícola: La experiencia del Instituto para el Desarrollo y Financiamiento Agrícola (IDFA-Zulia). A pesar que el proyecto de Ley de Desarrollo Agrícola y Seguridad Alimentaria, en su artículo 3 literal ¨f¨ y artículo 46, prevén la descentralización de aquellos servicios relacionados con el sector agrícola y la creación de los fondos estatales o regionales para el desarrollo integral de la actividad agrícola, ya se cuenta en la actualidad con esta experiencia, materializada en el IDFA. El Instituto para el Desarrollo y Financiamiento Agrícola (17), es un fondo creado mediante una ley regional sancionada el 19 de enero de 1996 por la Asamblea Legislativa del Estado Zulia y publicada en Gaceta Oficial No. 97 Extraordinaria. Este fondo adscrito a la Gobernación del Estado Zulia, de carácter autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propio independiente del fisco regional (Artículo 1 y 2 de la ley del IDFA).
Tiene como misión, contribuir a través de sus programas de apoyo crediticio al productor agropecuario, con el incremento de la producción, la productividad y la rentabilidad de este sector con la finalidad de lograr alcanzar progresivamente la seguridad alimentaria necesaria para la soberanía y el desarrollo competitivo del sector agrícola en el ámbito regional y nacional.
Dentro de los objetivos prioritarios de este instituto, contemplados en el artículo 4 de la ley del IDFA (17), se destaca: la promoción y desarrollo de la actividad del pequeño y mediano productor rural de los subsectores agrícola animal, vegetal, pesquero y forestal; así como también el desarrollo de la artesanía y la pequeña agroindustria local. Además, la ley destaca el establecimiento de convenios de asistencia técnica y científica a los pequeños y medianos productores rurales, con organismos tales como el Instituto Agrario Nacional (IAN); Ministerio de Agricultura y Cría (MAC), ICAP, Corpozulia, Planimara, Gobernación del estado Zulia, Universidad del Zulia y otras universidades del estado (Artículo 10 ley del IDFA).
Según el artículo 9 de la ley del IDFA (17), el destino de los créditos otorgados se dirigirán preferentemente a las labores de preparación de actividades agrícolas; adquisición de insumos, equipos y maquinarias agrícolas además de semovientes; siembra y comercialización de los productos, sin olvidar lo referente a la construcción y el mantenimiento de infraestructura. Un hecho importante a destacar es que el IDFA actúa como ejecutor y cooperador del Sistema Nacional de Financiamiento Agrícola (SINFA), captando para la inversión agrícola regional, los recursos financieros disponibles en las diferentes fuentes regionales, nacionales e internacionales y mantiene, asimismo, convenios de cofinanciamiento con el Fondo de Crédito Agropecuario (FCA).